Primero hago un llamado a la prudencia. El tablero político está dando vuelta, inclinado a la derecha, que tienen al presidente Boric haciendo enroques y movimientos estratégicos, no solo en el gabinete sino en el comité político.

Esa frase de que estamos viviendo un momento histórico en la historia de nuestra nación ya parece con correlato desprovisto de sentido común teniendo en cuenta que la ciudadanía está descontenta, al punto de que la polarización está llegando a niveles nunca ante vistos desde la época de la Unidad Popular. El gobierno y la Izquierda progresista tiene que dar y rendir cuentas sobre el proceso eleccionario que ha ocurrido. Pero eso es harina de otro costal.

Hoy quiero tomarme la licencia de agradecer al pueblo de Chile y su correcto comportamiento en el ejercicio del derecho de sufragio. Convocar a 13 millones de habitantes es, y ahora con toda propiedad hago uso de esa frase… fue un día histórico. No queda más que felicitar a la opción del Rechazo por los resultados obtenidos. Esto es democracia señores, el pueblo dirimió y eso se ha de respetar con uñas y dientes.

El poder político tiene la obligación de proponernos certidumbre y prosperidad cívica. El ambiente efectivamente que esta candente, pero ya no estamos en la guerra fría. Sin embargo, en este momento las grandes potencias están jugando su reputación en Europa. La guerra ruso-ucraniana tiene a la economía y el libre comercio en un remolino del cual no se puede zafar tan fácilmente. Pero reitero, eso es haría de otro costal.

Algunos dicen que nos farreamos una gran oportunidad. Si lo pienso y lo analizo, solo diré que había unos grandes reconocimientos de derechos nunca antes visto a nivel de aldea global. Pero el poder del voto y la gracia de obtener la mayoría me hace pensar que hay otras alternativas para poder derogar la constitución de 1980.

A los primeros personeros políticos que escuche post triunfo del Rechazo fue a Javier Macaya, y en sus primeros dichos fue claro en señalar que el presidente Boric debe ordenar la casa y a la brevedad juntarse con la oposición para llegar a un nuevo acuerdo para seguir con el proceso constituyente.

Escuchar eso me hizo considerar si es tan verdad lo que estaba proponiendo, siempre apelo a la buena fe, así que esperemos que las cosas, así tal cual están, a mi considerar, es que debe existir un acuerdo transversal entre independientes, oposición y oficialismo para poder desatar el nudo que nos divide entre ciudadanos. Es ahora el momento de la política de los acuerdos por un Chile más digno e igualitario.

La democracia nos brinda estas oportunidades de poder seguir adelante como pueblo, una democracia robusta, que aprende de sus errores, esperemos que surjan nuevos liderazgos en este proceso post plebiscito, pues harto es que se necesitan.