La Casa Blanca ha decidido imponer aranceles de hasta el 245% a una serie de productos importados desde China, en lo que representa una nueva escalada en las tensiones comerciales entre ambas potencias económicas. La medida, anunciada este martes 15 de abril de 2025, según la parte estadounidense busca proteger la industria nacional que describen como "prácticas desleales" por parte de Beijing, incluyendo subsidios estatales y dumping.

Sobre el particular, los aranceles afectarán principalmente a sectores estratégicos como acero, aluminio, productos tecnológicos y bienes industriales. Algunas categorías específicas enfrentarán impuestos que oscilan entre el 25% y el 245%, dependiendo del tipo de producto y su impacto en el mercado local.

La administración Trump argumenta que estas medidas son necesarias para "nivelar el campo de juego" y evitar que las empresas chinas inunden el mercado con precios artificialmente bajos, perjudicando a los fabricantes estadounidenses.

Pero cual sería la posible respuesta de China, expertos anticipan una contramedida firme que en el pasado ha implementado contra aranceles sobre productos agrícolas y manufacturados estadounidenses. Sin embargo, China señaló la semana pasada que no impondría más aranceles como respuesta a los impuestos por Washington.

Analistas económicos advierten que una nueva guerra comercial podría desestabilizar las cadenas de suministro globales y afectar la recuperación económica postpandemia.

Impacto en los Mercados Tras el anuncio, las bolsas asiáticas mostraron caídas moderadas, mientras que el yuan chino enfrentó presiones. Por su parte, la administración Trump aseguró que la medida no busca dañar la economía global, sino "proteger empleos y empresas estadounidenses".

Se espera que en las próximas semanas ambos gobiernos inicien negociaciones para evitar una escalada mayor, aunque el panorama sigue siendo incierto, pero la decisión de negociar será de parte de China, que solo ha pedido a su contraparte estadounidense respeto pero que hasta el momento a mostrado todo lo contrario.

Por su parte, el mundo espera con incertidumbre y muncha ansiedad, la cuestión que culturalmente China no va al mismo ritmo del resto del mundo, ellos podrían pensar mucho para dar una respuesta e incluso ya ha previsto esta acción y pudiera dar una espera aún mayor a lo que la misma Casa Blanca desea, mostrando que es capaz de resistir y de responder.

Analistas han mencionado que China puede responder no solo con aranceles, sino que también cuenta con otras armas como la posibilidad de vender los bonos estadounidenses que podrían desestabilizar el mercado de bonos, ocasionando que dichos bonos dejaran de ser un refugio seguro en momentos de inestabilidad económica.

Además, un hecho que ya China tomó fue la orden a sus empresas aeronáuticas de no recibir más aviones de la empresa Boeing, situación que ha traído como consecuencias un descenso en los mercados en las acciones de esta empresa estadounidense. Asimismo, Beijing restringió el acceso a las tierras raras a las empresas tecnológicas de EEUU., a dicho material Ultra necesario para estas empresas tecnológicas que podría llevarlas a rezagarse en la guerra tecnológica.