Nueva Delhi tiene la intención de aumentar en el mes de junio las importaciones de petróleo provenientes de Rusia en un 20%, hasta llegar 1,5 millones de barriles de petróleo.

“Es probable que las importaciones de petróleo ruso a la India aumenten un 20% en términos mensuales, hasta 1.5 mb/d en junio”, así lo dio a conocer el sitio web Indian Express, citando la empresa analítica Kpler.

La India importó desde Rusia 840.645 barriles diarios (b/d) dejando atrás los 388.666 (b/d) que importo en el mes de abril y los 136.774 b/d del mes de mayo.

La india consume mensualmente 5 mb/d aproximadamente, cuestión que nos muestra que lo que importa desde Rusia representaría una cuarta parte de sus necesidades. Al respecto, es importante destacar que Nueva Delhi es el tercer importador de petróleo del mundo, llegando a un 80% de su consumo dichas compras de crudo.

Los otros países que venden crudo a la India son Irak a la cabeza, seguida de Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos.

La India desde el inicio de la Operación Especial Militar rusa contra Ucrania, y tras las sanciones contra Rusia se ha aprovechado de la coyuntura, para comprar lo que Moscú dejó de venderle a Europa, pero a unos precios especiales con grandes descuentos.

De igual modo, se ha dado conocer por algunos analistas que la India se encuentra primero comprando el crudo barato desde Rusia y luego lo refina y esos productos refinados son vendidos a unos altos precios a Europa.

En conclusión, Europa es la parte perjudicada en esta ecuación, pero definitivamente es por su propia culpa, dado que no han medido las consecuencias de las acciones emprendidas contra la economía rusa, causando así el efecto bumerang contra ellos mismos.

La India posee la refinería más grande del mundo la Jamnagar con una capacidad de refinamiento de 1.2 millones de barriles diarios, propiedad de la empresa india Reliance Industries.

Esta posición de la India, así como de China, han dado como consecuencia la ineficacia de las sanciones de EE.UU. y la Unión Europea contra Rusia, que buscaban debilitar la economía rusa, pero tanto Nueva Delhi como Beijing han mantenido a flote a la economía del país euroasiático.

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