Los medios masivos de comunicación e información son un instrumento necesario para la humanidad, más aun en tiempos de Covid-19, donde las plataformas de Google, Facebook live, Twitter, Instagram, Tik-Tok, Wechat, Zoom, Telegram, entre otras aplicaciones, son usadas por miles de millones de personas que disfrutan a diario de esas App, las cuales también son aprovechadas para ganar dinero a través de contenidos (fotos, videos y escritos cargados de publicidad). Asimismo, en medio de la cuarentena, está bien posicionada la nueva tecnología del teletrabajo que llegó para quedarse, lo cual es parte de la revolución de las tecnologías de la información y la comunicación (TICs).

A pesar de todo lo hermoso y las oportunidades que nos brindan las tecnologías de información y comunicación mundial, la masa mediática juega un papel importante en las relaciones sociales y también en el fenómeno coyuntural económico, social, cultural y político, es un actor que para bien o para mal sostienen a los gobiernos.

Los medios son claves para subir y bajar del pedestal a los gobiernos, sin embargo, los gobernantes los usan para proyectarse y persuadir a las masas, canalizar votos a través de la psicopolitica, haciendo más fácil para mantenerse y disfrutar de las mieles del poder.

En tiempos turbulentos y de polarización reinante, los medios masivos son determinantes, ya que, con las redes sociales los patrones de conducta en la sociedad mundial tienen sus efectos negativos, trayendo como consecuencia problemas emocionales muy profundos porque codifican nuestros pensamientos y conlleva a nuestro proceso cognitivo a una realidad que no está acorde con nuestra vida cotidiana.

Los países con mayor desarrollo tecnológico (EE.UU., China, Vie Nam, Sur Corea, Japón, Alemania, Francia, Reino Unido, Arabia Saudita, Israel, Emiratos Árabes Unidos, entre otros), para las ventas de sus marcas más relevantes en tiempos de globalización proyectan sus productos para influir y atraer al consumista para obtener un mayor beneficio capital ante los países que carecen de tecnología informática, los cuales son vulnerables al crecimiento del consumo exponencial.

Hay que agregar que, la mayoría de los medios masivos de comunicación en esta época, son un instrumento de guerra no convencional con el objetivo de generar caos en aquellos países que no estén de acuerdo con el viejo orden mundial (EE.UU y sus aliados), son influyentes en generar una imagen negativa, conllevando al descontento social, la incertidumbre en la población a través del bombardeo de rumores para fomentar temor y odio, en fin, alienando a la población a sus intereses y si ese gobierno carece de estrategia difícilmente salga del atolladero social y económico, al menos que pacte con el Estado poderoso que genera el asedio mediático.

La superestructura mediática, con su publicidad cautivadora y condimentada de antivalores, por ejemplo: los géneros musicales el Reggaetón y el TRAP, que ambos dejan un mensaje muy dañino en nuestra sociedad, como la promoción de las drogas y el alcohol, violencia y maltrato contra la mujer, que trae como consecuencia la perdida de coherencia social por motivo del estímulo de los medios de consumo.

Las sociedades están sufriendo los duros embates de la alienación desde la moda a los géneros musicales; un fenómeno que es causante del deterioro psicosocial en que estamos subsistiendo, hoy día nuestra juventud es arrastrada al abismo. Todos estos elementos son necesarios evaluarlos y cada gobierno aplicar mecanismos y herramientas para contrarrestar el impacto de ese fenómeno que genera declive social. En los últimos 10 años, muchos jóvenes que tienen 100 mil a un millón de visitas a sus contenidos publicados en las RRSS, actualmente sufren de depresión porque son ignorados y heridos emocionalmente y optan por suicidarse y en otros casos optan por hacer sufrir a sus amigos con bullying y asesinar o maltratar a los animales publicando en las redes para obtener seguidores. Padres y Madres deberían supervisar a sus hijos e hijas para que no sean afectados por el mal uso de las redes sociales.

Las herramientas para contrarrestar este fenómeno debido a los medios masivos de comunicación e información con su carga de antivalores, es generando conciencia a través de los mismos medios, con una carga de buenos valores en pro del bienestar de todos y que los gobiernos a nivel mundial ante las leyes sean garantes de la ética mediática mundial.

Un mundo educado, es un mundo que carece de ignorancia, mientras un mundo ignorante, es mundo soberbio y degradante.