La crisis humanitaria en Somalia podría alcanzar desafíos sin precedentes, debido a la larga sequía que ha atacado al país del llamado cuerno de África.

Según las autoridades, Somalia enfrenta la sequía más severa en 40 años, lo que podría complicar la ya dura crisis que enfrentan por la pandemia y bandas criminales.

En ocasiones anteriores, las sequías han obligado al desplazamiento interno y externo (fuera de la propia Somalia) de los lugareños de las regiones más afectadas, debido a la muerte del ganado, así como las pugnas internas por el control del pasto que queda.

Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), las Migraciones forzadas podría alcanzar los 1,4 millones de personas, una cifra, que podría hacer colapsar los servicios de electricidad, agua, etc. de las ciudades más grandes del país.

"Si actuamos ahora, podemos mitigar nuevos desplazamientos (...) una acción inmediata es clave para salvar vidas y sustentos y evitar mayores necesidades en un futuro", indicó a la prensa, el coordinador de emergencias de la OIM en Somalia, Mohamed Abdelazim.

La multilateral requiere de más fondos para atender la crisis, al tiempo de atender de manera inmediata, más de 255 mil personas en riesgo, dentro de los que se encuentran ancianos y niños.

Por su parte, el Gobierno somalí, ha puesto en marcha un programa para recabar fondos a corto plazo, denominado "Plan de Respuesta Humanitaria para Somalia" el cual busca recaudar al menos 1.500 millones de dólares para dar ayuda a 5,5 millones de personas en el país, y responder a la crisis.

En noviembre de 2021, las autoridades decretaron la emergencia nacional, que afecta casi 4 millones de personas principalmente del centro del país. Se estima que al menos 1.2 millones de niños sufren en este momento desnutrición, pero las cifras podrían agravarse.