Apuntes para entender la Libertad humana en el siglo XXI

Se ha ido el siglo XX se ha marchado un milenio, esto implica necesariamente una transformación sistémica de la humanidad orientada hacia nuevas prácticas sociales y culturales que influencian el desempeño del hombre en el siglo XXI.

Desde la finalización del siglo XX hasta nuestros días, han transcurrido 20 años, tiempo que ha sido suficiente como para comenzar a esbozar lo que podrían ser las características del momento en que vivimos, pero siendo a su vez, portador de algunos rasgos que pueden definir el futuro. ¡Al siglo aún le quedan 70 años!

Por Libertad, se puede entender la acción donde un ser humano toma una decisión dentro de un abanico de varias opciones donde decide la que más le convenga. Libertad también puede concebirse como la posibilidad cierta, que un grupo social determinado, ejerza sus facultades de comunicación y acción en un ambiente de consenso en las reglas del juego político.

También Libertad se puede relacionar con aquellas sociedades en donde la capacidad de disentir es más aceptada socialmente, caracterizada por los altos índices de tolerancia social, sin embargo, hoy en día con la expansión de las redes sociales, el concepto de libertad ha tomado nuevos aires, debido a que la comunicación global es un elemento intrínseco del fenómeno de las redes. La palabra libertad en este caso, se encuentra asociada, en buena medida a la utilización de herramientas como el Twitter, Facebook, etc.¡ Es Libertad en sentido virtual!

Esta Libertad del siglo XXI, debe entenderse “inicialmente” bajo el fenómeno de la sociedad de masas construido en el siglo XX, forma que se caracteriza por la uniformización de patrones culturales signados por el influjo de los medios de comunicación y la tecnología. De igual manera puede identificarse con una cultura global de consumo, donde millones de personas quedan excluidas al acceso de bienes y servicios y viceversa. De igual modo la libertad del siglo XXI, coexiste con el franco deterioro de la salud del planeta, lo que está generando serios cambios en la ecología, ambiente y clima.

Pero si aclimatamos la palabra Libertad al tiempo de comienzo de década, pareciera que hay unos cambios importantes, caracterizados por un pluralismo en la emisión de mensajes y de opiniones; generando que las redes sociales se estén convirtiendo en una gran “torre de babel” y donde no necesariamente el espíritu democrático sea el norte.Estas actitudes hacen temer que existan sectores de la sociedad mundial no interesados en el necesario e indispensable equilibrio entre mayorías y minorías. ¡Debemos prestar atención!

La pandemia del año 2020 tiene al mundo bajo una crisis de salud importante, caracterizada por una paralización de la economía mundial, trayendo como consecuencia el colapso de los sistemas de salud.

El confinamiento de la humanidad terminó de impulsar la vida digital, el distanciamiento como forma social para poder sobrellevar la pandemia del COVID llegó para quedarse. Al mismo tiempo retomar la normalidad de la vida social presencial es un hecho necesario; los seres humanos somos seres sociales.

La red social es un fenómeno que arranca desde el año 2006 aproximadamente, de manera que su crecimiento exponencial ha llevado hoy en día a la fuerte competencia entre las diversas empresas. Si bien es cierto que cuando las primeras formas de red social nacieron como mecanismos para el público consumidor exponga públicamente sus preferencias o pensamientos, hoy en día su accionar tiene una seria incidencia en lo político. ¿Ahora bien por qué se afirma esto?

Facebook y Twitter han funcionado como la traslación al campo virtual de los pensamientos, querencias y necesidades del colectivo, que dependiendo de su arraigo cultural se desarrollará en un sentido más conservador o más liberal.

Pero a partir del asalto al parlamento estadounidense en enero 2021, se generó una polémica referida al bloqueo de la cuenta de Twitter del presidente de EE.UU. quien para ese momento estuvo en funciones. La actitud de la compañía de mensajería fue alabada en virtud de censurar las posturas del presidente, por su parte, los que la criticaron alegaron que es un mal precedente para la relación entre el poder político y el poder de las redes sociales.

Frente a este debate existen dos posturas; una perspectiva liberal que establece que Twitter y Facebook tienen derecho a censurar al poder político en el entendido que en toda sociedad debe haber instancias que frenen al poder y, otra visión que observa con distancia y peligro que un medio de comunicación censure al presidente de los Estados Unidos.

Por lo tanto, lo que hemos descrito nos plantea dos esferas para el análisis correcto del fenómeno de las redes: a) el uso y comportamiento del publico b) la actitud beligerante por parte de los dueños de las redes sociales para censurar a Jefes de Estado. Esta relación podría generar otro artículo e inclusive otras investigaciones politológicas o sociológicas, así que finalizaremos este artículo argumentando lo siguiente:

El sentido y uso que determinados actores sociales den a las redes, estará dirigido al objetivo político que procuren transformar, pudiendo tener alguna “incidencia” en el cambio del sistema político. Es por ello que, los condicionantes culturales sobre su utilización, determinará el impulso de la sociedad en los hechos políticos.

Sin embargo, Estados Unidos es un país donde los equilibrios políticos funcionan dentro del marco del estado de derecho, así que el debate se termina abriendo en dos grandes líneas a estudiar, veamos lo siguiente:

¿Realmente estamos frente a la posibilidad de que los dueños de las empresas 2.0? al involucrarse en política y censurar cuentas 2.0 presidentes estén imponiendo nuevos esquemas de acción y pensamiento global. O por el contrario, ¿es una sencilla disputa dentro de los esquemas liberales de natural confrontación de poder en una democracia?

Con este cierre dejo abierto el debate en usted mi querido lector.

¡Hasta la próxima!