¿Qué significa ser derecha y que significa ser de izquierda?


¿Qué significa ser derecha y que significa ser de izquierda?

30 Octubre, 2020

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Hoy en día, el debate entre lo que es izquierda y lo que es derecha ha renacido con una gran vehemencia, siendo posiciones encontradas que siempre han estado presentes en cualquier sistema político en los últimos 200 años.

Este articulo tendrá como objeto presentarle al lector, una posible orientación frente a la discusión sobre el posicionamiento de ambos sectores.

La primera diferenciación moderna sobre lo que es izquierda y lo que es derecha, proviene de la Asamblea Nacional francesa durante el turbulento periodo de la Revolución a partir de 1789.La burguesía fue el estamento social que la lideró, en tanto la distribución del poder y la conducción del proceso se hizo entre los girondinos y los jacobinos.

Esa diferenciación fue sencilla, ya que se originó cuando los diputados jacobinos se sentaron a la izquierda y los girondinos a la derecha de sus respectivos curules.

Posteriormente cuando la nobleza fue cercada y la figura del rey destituida, ambos sectores se radicalizaron para poder lograr el control de la revolución. Durante los conocidos años del terror, los jacobinos siempre tuvieron una simpatía hacia los sectores más radicales y violentos de la baja burguesía y del campesinado; en cambio los girondinos tuvieron mayor cercanía hacia las capas más altas de la burguesía revolucionaria.

Pero en la medida en que el siglo XIX avanzó, la problematización teórica expuesta por Carlos Marx a raíz de su diagnóstico sobre la tenencia de la propiedad generó una nueva definición de roles en la política; el sector de la burguesía y el proletariado.

El siglo XX tuvo otra historia pues el agotamiento de la democracia liberal europea dio paso a nuevas interpretaciones de lo político, por lo que la situación generada en Alemania con la inestabilidad política de la República de Weimar (1919-1933) y el crack de la economía mundial coadyuvaron a ese decaimiento. La opinión pública de países como Alemania e Italia se vio influenciada por corrientes nacionalistas donde el abrazo a un partido único con un solo líder como cabeza del Estado, fue la brújula de la nueva política. La guerra contra la democracia burguesa había comenzado.

El siguiente cuadro ilustra mejor la polarización europea ocurrida entre 1920 y 1945:

Fin de la Segunda Guerra Mundial y la nueva realidad

La derrota del mundo fascista-nacionalsocialista trajo como consecuencia la búsqueda de nuevos consensos, la sociedad entendió que la aventura del populismo nacionalista no fue una buena opción, la mortandad sufrida, el holocausto judío y la experiencia bélica fueron un claro ejemplo.

El mundo decidió reconstruir después de la gran tormenta, las primeras 5 décadas del siglo XX estuvieran cargadas de grandes tragedias, por lo que las opciones políticas doctrinarias hacia el centro, se dieron la tarea de impulsar un nuevo espacio de encuentro político capaz de garantizar democracia, crecimiento desarrollo económico, respeto a los derechos humanos y mayor tolerancia política; es así como surgieron las opciones de la Democracia Cristiana y la Socialdemocracia.

El nuevo horizonte ideológico político después de la SGM trajo como consecuencia la minimización de los extremismos.

Entre los logros del centro político a nivel mundial estuvo la reconstrucción del mundo bajo la orientación de la economía social de mercado, la mejora en las expectativas de vida. La promoción de los derechos humanos y el estado de derecho fueron entendidas como un valor supremo para garantizar la libertad.

Por supuesto que dentro de la tipología del conflicto político hubo un cambio sustancial en las reglas de juego, pues la noción de rival político cambió de enemigo a adversario.

La Guerra Fría dividió al mundo entre dos esferas:

Mayor apertura, pero mayor fragmentación

Finalmente llegamos a la parte de este artículo que pudiera ser más polémica, en donde intentaremos darle orden al debate actual.

Si pudiéramos categorizar al siglo XXI necesariamente tendríamos que mencionar varios aspectos interesantes:

1) La rotura del monopolio de la sexualidad conducido por la “heterosexualidad”, es decir, la consolidación de las nuevas tendencias que expresan otra manera de ver el sexo y su expresión hacia la sociedad.

2) El surgimiento de nuevos antagonismos políticos tratando de reeditar viejas formulas, léase el caso del nacionalismo de derecha extremo en algunos países de Europa. (Caso polaco o húngaro)

3) Agudización de las tensiones entre Oriente y Occidente. (EEUU/China, temas comerciales que se ven envueltas en termas de geopolítica y control mundial)

4) La aparición de una agenda socialista/alternativa a nivel mundial, teniendo como raíz y foco Latinoamérica.

5) La insurgencia de una nueva propuesta liberal que abarca la promoción de los valores del mercado.

6) La profundización por la lucha de los DDHH.

7) La ecología, la protección del medio ambiente como norte en el cambio de las dinámicas de los sistemas políticos.

8) Los conservadurismos como respuesta a los avances claros de las propuestas progresistas.

9) La fragmentación en los consensos sociales.

Tal diagnostico mi querido lector nos invita quizás con alguna osadía, proponer la siguiente metodología.

Como usted habrá podido leer mi estimado lector, la diferenciación ideológica no es en este primer acercamiento algo netamente puro. La dinámica de la globalización puede hacer que se construya una narrativa política contra la izquierda desde sectores conservadores basándose en argumentos de orden liberal; en tanto, la izquierda puede perfectamente renovarse desde su planteamiento clásico hacia posturas mas ecologistas para contradecir al mundo capitalista.

De igual forma y siempre del contexto político cultural desde donde se analice, se podrían ver ejemplos de una izquierdas menos ortodoxa y mas liberal hacia lo económico y conservadora frente a los temas del aborto o legalización de las drogas. Las nuevas derechas no necesariamente signifiquen la promoción de la intolerancia, su volumen y densidad pueden estar cercas a posturas hacia el mercado.

En suma, nuestro mundo ideológico está cargado de muchos elementos, lo importante es que no “olvidemos que para lograr que las mayorías respeten a las minorías y viceversa, se hace indispensable respetar el ESTADO DE DERECHO”.


etiquetas: Política

Eduardo Valero Autor

Comprometido con la democracia

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