El jefe de la diplomacia rusa llega Riad a la capital saudí para iniciar conversaciones con una delegación estadounidense encabezada con el secretario de Estado Marcos Rubio, el enviado de la Casa Blanca para Medio Oriente, Steve Witkoff, y con el asesor de Seguridad Nacional, Mike Waltz.

Esta será la primera reunión entre los nuevos representantes en asuntos exteriores de la nueva administración estadounidense con sus pares rusos, y se tiene previsto que la misma sirva para llegar a un acuerdo para poner fin a la Guerra entre Ucrania y Rusia.

Sin embargo, también servirá para restablecer la relación entre ambos países luego del gran deterioro entre ambas partes durante la pasada administración de la Casa Blanca y también servirá para coordinar una muy posible reunión entre Donald Trump y Vladimir Putin la cual se espera dentro de muy poco tiempo.

Por otro lado, Vladimir Zelenski, expresó que no tenia conocimiento de dicha reunión y no participaría y no reconocería cualquier cosa que se fruto de estas conversaciones, dejando una especie de nube que más que ayudar entorpece posibles avances entre las partes para llegar a un conflicto.

Más allá que estemos de acuerdo o no con Zelenski es muy difícil pensar que hablen de ti para resolver tus problemas y no te inviten, pero para ser sinceros desde un principio se da por descontado que Zelenski solo hace lo que sus patrocinadores le dicen y Washington es el principal de ellos por delante de Europa.

Al respecto, Lavrov dijo que "no sé por qué deberían estar en la mesa de negociaciones. Si van a insinuar algunas ideas astutas sobre la congelación del conflicto mientras ellos mismos, por su costumbre, carácter y hábitos, tienen en mente continuar con la guerra, ¿para qué invitarlos allí?".

Estas palabras fueron dadas por el ministro de relaciones exteriores ruso durante una rueda de prensa en Moscú, antes de su partida a Riad para su reunión con la delegación estadounidense.