Tabú: Mi trastorno mental

17 Junio, 2021
0Esta es una columna de opinión. Hablar de enfermedades mentales es tan complejo como difícil de describir considerando que hoy les relataré mi experiencia personal sobre mi trastorno mental. Hablaré hoy desde mi experiencia y lo duro y complejo que puede llegar a ser tener que asumir que la normalidad no es tan normal como parece, solo piénsese por un instante siquiera en lo poco usual que es reconocer a viva voz que padeces un trastorno. Primero debo aclarar que la salud mental es tan importante como la física, por ello es realmente relevante que aquellos que estamos diagnosticados y seguimos un tratamiento a base de fármacos podamos alzar la voz y desde la experiencia personal poder, de cierto modo, guiar a aquellos que tienen curiosidad por saber más sobre su condición mental. A todo aquel que le haya hecho eco estas palabras no duden en escribirme.
Iniciare este relato comentándoles que estuve internado en un psiquiátrico aquí en el hospital de Puerto Montt hace ya unos cuatro años. Fueron tiempos difíciles pues mi condición en ese entonces era tener una postura autodestructiva, no me refiero al suicidio, sino más bien tuve una actitud de tomar muchos excesos, específicamente el alcohol. Más allá de todo esto es que gracias al apoyo de mi familia, mi pareja y un grupo de amigos pude salir adelante. Lo vivido fue una crisis maniaca propia de los que padecen de Bipolaridad, que es mi enfermedad.
Describir una manía es asociarla a la locura, sin perjuicio que el termino loco no se utiliza en siquiatría. Pasar por una fase maniaca es como estar hiperventilado constantemente, con muchas ideas en la cabeza, algunas con sentido, pero la mayoría ni tanto. En esta parte de la manía es frecuente no dormir por muchos días pues no se quiere dormir para aprovechar el tiempo en cosas que en nuestra mente parecen coherentes pero que en realidad no lo son, incluso se puede llegar a alucinar con una manía.
La otra parte de la bipolaridad es la depresión. Las personas que padecen este trastorno oscilan entre la manía y la depresión. Existen dos tipos, tipo uno, ósea más propenso a las manías y el tipo dos, que es más propenso a las depresiones. Yo soy tipo uno, medicado por supuesto.
Es importante diagnosticar de manera oportuna las enfermedades mentales pues en el caso de depresiones, aquel que las padece tienden a no ver las salidas de sus altos niveles de angustia llegando inclusive a suicidarse, que sería lo peor que puede ocurrir en situaciones como estas. Los bipolares tienen una alta tasa de suicidios a nivel mundial, es por ello que es importante diagnosticarlas a tiempo.
Padecer un trastorno mental es algo que se lleva por dentro, es una mochila pesada que nos cuesta asumir. Es por esta razón que uno debe tener en su colchón motivacional que normalmente es la familia, la pareja y amigos más cercanos.
Si consideramos la alta taza de personas que padecen estrés, ansiedad y angustia estaríamos más preocupados como sociedad de nuestros ciudadanos que padecen alguna enfermedad mental. Hablar de un tabú es de lo más complejo, pues se llega a rozar el nervio más frágil de nuestro cuerpo. Para nadie es fácil reconocer que no se encuentra bien en su salud mental, se espera a que allá una crisis para poder concurrir a un psicólogo o un siquiatra. Hay muchos síntomas que dan luz a que uno no se encuentra bien, solo piénsese hoy en el mundo la altísima taza de enfermos mentales productos de la pandemia, el encierro, la necesidad de ejercer ciertas libertades y un sin fin de restricciones que nos imponen. Sin duda la humanidad no estaba preparada para afrontar esta crisis mundial.
Decía por allí un autor que para saber cómo es una sociedad sana bastaba con recorrer sus psiquiátricos, bueno yo estuve en uno y debo decir que tienen todo lo que se necesita para estar bien y para mejorarse, es como una cárcel, pero la pasas en bata, irónicamente.
La experiencia me dice que para estos temas uno debe ser lo más claro posible para no ser mal entendido. Mi intención no es ser el foco de atención, sino dejar la pelota rebotando para que la recoja cualquiera que se sienta aludido, yo no oculto mi enfermedad, todo lo contrario, hablo de ella para generar consciencia y que mi historia sea de uso práctico para el que quiera. No me influyen las risas o que se hable de mí, todo lo contrario, es importante hablar de estos temas tabúes para poder detectar a tiempo alguna enfermedad. El cuerpo no funciona bien si la mente no está clara y después de todas las vueltas que me he dado para explicarles lo importante de la salud mental, si no se sienten bien mentalmente vaya a un médico, no sean brutos, no tiene nada de malo ir a un psicólogo o un siquiatra. Yo no soy muy amigo de los fármacos, pero me han hecho bien todo este tiempo.
Lo que digo aquí hoy en el espacio que me otorga International Report como uno más de su grupo selecto de editores da muestra que por sentirse mal mentalmente no es sinónimo de locura o el fin del mundo. Todo lo contrario, se puede salir adelante. Pocos saben que soy Técnico en Turismo Aventura y este año me recibo de Abogado, y para mí es todo un placer contarles desde mi experiencia que se puede salir adelante cuando te encuentras al borde del precipicio.
Dejare las ultimad palabras para dedicárselas al Cosam Reloncaví que tanta ayuda me ha brindado.
etiquetas: Opinión Curiosidades

Rafael Torres Bustamante Autor
Abogado chileno
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