Trump y China, posible tregua comercial en medio de la incertidumbre global

22 Abril, 2025
0Un giro estratégico, Trump evalúa reducir los aranceles impuestos a China. Esta posible medida, aún en discusión con asesores, marca un contraste con la guerra comercial iniciada desde que llegó a su segunda presidencia y refleja cálculos económicos que arrojan para EEUU., números rojos, con un contexto de inflación interna y una persistente polarización política e incertidumbre en los mercados mundiales, que amenaza con llevar al planeta entero a una recesión.
Al respecto, Donald Trump sale con una nueva mostrándose como muy dadivoso con China y dice ahora que “vamos a hacer buenos con China, tenemos una gran relación con Xi Jinping”, pero es cierto lo que estamos viendo hoy, es ese mismo hombre que solo la semana pasada dijo que la gira de su homólogo chino por el sudeste asiático era para “fastidiar” a EEUU. Por dios es una locura que solo muestra que los números no le dan, y los mercados lo están obligando a recular, ahora solo queda esperar quien besa el trasero a quien.
La política arancelaria de Trump contra China, desde el acero hasta productos tecnológicos, argumentando prácticas desleales y el déficit comercial. A la cual China respondió con medidas similares, afectando sectores como el agrícola estadounidense. Aunque estos aranceles fortalecieron la retórica proteccionista de Trump, su impacto económico sigue siendo debatido, mientras algunos industriales celebraron la protección, importadores y consumidores enfrentaron costos que subieron abruptamente.
Además, Trump señaló que "es cierto que el 145 % es muy alto. No será tan alto", esto lo dijo durante una rueda de prensa. "Bajará considerablemente, pero no será del 0 %. Antes era el 0 %. Nos destruyeron. China nos ha estado engañando. Esto no va a pasar", agregó.
Detalles de la Propuesta: ¿Qué Está Sobre la Mesa? Fuentes cercanas a Trump señalan que la reducción afectaría bienes de consumo, como electrónicos y textiles, cuyos precios han alimentado la inflación. No se descarta un enfoque escalonado, vinculado a concesiones chinas en propiedad intelectual o compras de productos agrícolas estadounidenses. Sin embargo, no hay claridad sobre si la medida será unilateral o parte de negociaciones bilaterales.
El giro parece responder a varios factores clave. Primero, la presión inflacionaria en EEUU., con precios al consumidor sobre un 3.7% más altos que en 2022, según la Reserva Federal. Reducir aranceles abarataría importaciones. Por otro lado, Trump busca diferenciarse de Biden, quien mantuvo la mayoría de los aranceles pese a críticas por su impacto en cadenas de suministro.
Reacciones domésticas, que han traído divisiones previsibles, en el sector manufacturero, base del apoyo trumpista, ya expresa preocupación. "Bajar aranceles sin garantías perjudicaría nuestra competitividad", advierte Timmons, líder de la National Association of Manufacturers. En contraste, grupos empresariales como la Cámara de Comercio aplauden la idea: "Es un alivio necesario para pequeñas empresas", afirma Suzanne Clark. Los demócratas, por su parte, acusan a Trump de oportunismo, recordando que su guerra comercial "dañó a granjeros y trabajadores".
Por su parte, Scott Bessent, secretario del Tesoro, y uno de los asesores de Trump en torno a los aranceles, anteriormente había dicho que no descarta un rompimiento de relaciones comerciales con China, literalmente echando más leña al fuego, pero diciendo, además, que “no tiene por qué haber un desacoplamiento, pero podría ocurrir”.
Pero ahora dijo que en declaraciones este martes 22 de abril de 2025, que no Washington y Beijing podrán seguir sosteniendo esta guerra arancelaria por mucho tiempo más, así que ambos tendrán que conseguir rebajar las tensiones arancelarias. Asimismo, comparó la situación actual como un “embargo comercial” diciendo que se resolverá en un futuro próximo.
Por su parte, China como es costumbre milenaria recibiría tranquilamente y de manera positiva el gesto. Analistas como Cheng Xiao, de la Universidad de Tsinghua, sugieren que China podría incrementar compras de soja o gas natural estadounidenses para facilitar un deshielo. No obstante, hay escepticismo: "Es improbable que China ceda en tecnología o Taiwán a cambio de alivios arancelarios", señala el experto en comercio Wang Yong.
Un nuevo equilibrio, la propuesta llega en un momento delicado para EEUU., que incrementa restricciones a inversiones chinas en tecnología sensible, mientras China fortalece lazos con Rusia y el Sur Global. Si Trump busca una "paz comercial", deberá equilibrarla con su retórica antichina en temas como espionaje o Taiwán. Para la UE, una reducción de aranceles podría generar presiones para revisar su propio enfoque, más proteccionista tras la pandemia y la guerra en Ucrania.
En Conclusión, la posible flexibilización arancelaria de Trump muestra un reconocimiento tácito de que la guerra comercial no logró reindustrializar a EEUU., ni modificar las prácticas chinas. Su viabilidad dependerá de negociaciones opacas y de cómo Beijing responda a un Trump que, paradójicamente, combine mano dura en seguridad con pragmatismo económico. En un mundo multipolar, este acercamiento podría definir si el proteccionismo da paso a una competencia más regulada, pero también menos disruptiva.
etiquetas: Economía Geopolítica Política

Juan Carlos Briceño Autor
Objetividad
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