Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de EEUU., (Fed), indicó este miércoles 16 de abril de 2025, según datos económicos más recientes apuntan a una ralentización en el crecimiento en la economía estadounidense, medición que abarca el primer trimestre de 2025. Este anuncio generó reacciones en los mercados financieros y renovó el debate sobre el futuro de las tasas de interés en medio de presiones inflacionarias persistentes.

Según Powell, los indicadores clave, como el consumo, la producción industrial y el mercado laboral, reflejan un enfriamiento tras el sólido desempeño de 2024. "Vemos un crecimiento moderado, pero con signos de menor dinamismo", afirmó durante una conferencia en Washington. Los analistas atribuyen esta tendencia a factores como el agotamiento del gasto postpandemia, las altas tasas de interés y la incertidumbre geopolítica global.

El informe más reciente del Departamento de Comercio mostró que el Producto Interno Bruto (PIB) creció a una tasa anualizada del 1.6% entre enero y marzo, por debajo del 3.4% del último trimestre de 2023. Este dato, combinado con un repunte en la inflación —medida por el índice PCE en 2.7% interanual, complica el escenario para la Fed, que busca equilibrar el control de precios sin asfixiar la economía.

Mercados en alerta Los inversionistas reaccionaron con cautela ante las declaraciones de Powell. Los índices bursátiles mostraron volatilidad, mientras que los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años cayeron ligeramente. "La Fed enfrenta un dilema: si mantiene las tasas altas por más tiempo, podría profundizar la desaceleración, pero un recorte prematuro arriesga avivar la inflación", explicó Claudia Sahm, execonomista de la Fed.

Por otro lado, el mercado laboral, aunque resistente, empieza a mostrar grietas. La creación de empleo en marzo fue de 303,000 puestos, superando expectativas, pero sectores como manufactura y transporte reportaron contracciones. Además, las solicitudes de subsidio por desempleo han aumentado en las últimas semanas, un posible indicador de mayor debilidad.

¿Qué sigue para la política monetaria? Powell reiteró que la Fed mantendrá un enfoque "dependiente de los datos", descartando aumentos adicionales de tasas, pero sin comprometerse con recortes inminentes. "Necesitamos más evidencia de que la inflación converge hacia nuestra meta del 2%", dijo. Los mercados, sin embargo, anticipan al menos un recorte en septiembre, según los futuros de la tasa de fondos federales.

Expertos advierten que el panorama global incluyendo conflictos en Oriente Medio y la desaceleración china podría exacerbar los riesgos. "EEUU., no es inmune a shocks externos, y eso limita el margen de acción de la Fed", señaló Mark Zandi, economista jefe de Moody’s Analytics. Mientras tanto, la Casa Blanca proyecta optimismo: "La economía sigue sólida, con inflación en descenso y empleo récord", afirmó un portavoz.

En conclusión, aunque la Fed descarta una recesión inminente, el primer trimestre de 2024 plantea desafíos para la mayor economía del mundo. Con elecciones presidenciales en noviembre, el manejo de la política monetaria y fiscal podría definir no solo el ciclo económico, sino también el clima político en los próximos meses.