Rusia ha advertido a EE.UU. y a la Unión Europea (UE) que los precios del barril de petróleo podrían llegar a marcadores históricos como a 300 dólares por barril si estos prohíben las exportaciones rusas de petróleo, creando un colapso en la economía mundial.

Al respecto, Alexander Novak, viceministro ruso, señaló que, “está absolutamente claro que el rechazo del petróleo ruso tendría consecuencias catastróficas para el mercado global”, estas declaraciones fueron dadas este lunes 7 de marzo por medio de una declaración dada por la televisión estatal rusa.

Además, dijo que, “el aumento del precio podría ser imprevisible y alcanzar más de 300 dólares por barril o más”, detalló Novak, agregando que sustituir el petróleo de Rusia por parte de Europa no podría ser tan rápido causando grandes desafíos a la economía europea.

El aumento de los precios de las materias primas golpeará el bolsillo de los consumidores europeos, “serán las principales víctimas de este escenario”, ha precisado.

Europa sería el principal afectado si se compara con los EE.UU. que podría sustituir de manera más rápida el suministro de petróleo ruso, Sobre el particular, Washington hizo lo impensable envió una delegación a Caracas para negociar con Caracas para que estos restablezcan el suministro de oro negro a EE.UU., sin embargo, según fuentes no oficiales, las conversaciones no han llegado a ningún lado, dado que ambas partes han puesto sus exigencias sobre la mesa y al parecer son muy ambiciosas para la contraparte.

Por otro lado, los líderes de EE.UU. Alemania, Francia y Reino Unido; se encuentra determinados a imponer sanciones draconianas contra Moscú, que podrían traer nuevas consecuencias sin precedentes no solo para la economía rusa sino para la UE, que a simple vista es el que está más desprotegido para los embates que dicha acción traería a la economía mundial.

Según el gobierno estadounidense Macron, Biden, Scholz y Boris Johnson “afirmaron su determinación a seguir aumentando los costos para Rusia por la invasión de Ucrania, no provocada e injustificada”.

El problema está en que la economía mundial se encuentra en una interdependencia que lo que pase en Moscú afecta tanto a Washington como a Bruselas.