Rubio en México: Paz, pero con calibre diplomático
03 Septiembre, 2025
0Marco Rubio aterrizó en Ciudad de México con maleta diplomática y mochila de realpolitik. En su primera travesía al país como Secretario de Estado, buscó reforzar la alianza bilateral en todo lo que Trump habilita: combate a cárteles, restricciones migratorias y freno a la influencia china. El mensaje implícito: sin acuerdos claros y sin frenar el fenómeno fentanilo, la diplomacia se convierte en tacleo.
El escenario no es amable. Mientras proponen memorandos para compartir inteligencia sobre narcotráfico y controlar ruta de fentanilo, la presidenta Sheinbaum dejó claro: la cooperación existe, pero no aceptaremos intervenciones militares unilaterales en nuestro territorio. Una advertencia sutil, pero firme como tanque en la puerta.
De fondo, la tensión fue palpable. Los aranceles solo retrasados, no olvidados siguen colgando como boomerang sobre la economía mexicana. Y el fantasma chino asoma por los costados: Washington teme que México se convierta en “ventana trasera” para productos asiáticos que esquiven impuestos. Una metáfora visual de diplomacia decidida: vigilancia y veto en simultáneo.
Mientras las cámaras captaban reuniones formales, en el horizonte político mexicano se lee una frase en neón: soberanía primero. Sheinbaum exige transparencia en la información sobre carteles sin recibir evidencia desde EEUU y reafirma que sus equipos actúan con independencia. Nada de sumisión.
Desde Washington, la estrategia es clara aunque un tanto pedestre, designar a cárteles como terroristas, desplegar vigilancia aérea y naval, y exigir acción. Miniaturas de poder ejecutado desde la Casa Blanca, impreso en letra mayúscula y sin espacio para sinónimos. La ironía brilla, combatir crimen pidiendo cooperación… o empujando aranceles.
Mientras tanto, los analistas advierten que el presupuesto de combate al narco ya consume miles de millones de dólares, pero si no se complementa con políticas sociales profundas, ese tibio avance será solo maqueta. Rubio puede negociar, pero cuidar las causas internas es lo que realmente moverá el tablero.
Rubio vino con agenda cargada y miradas expectantes. ¿Sus propuestas son audaces o solo armamento verbal? Ella contestó con claridad, aquí no se negocia soberanía. La narrativa es clara, si vamos juntos, que sea en pie, no a ras de rodillas. Y eso, querido lector, tiene más filo que cualquier arancel que venga de allá.
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etiquetas: Geopolítica Defensa
Juan Carlos Briceño Autor
Objetividad
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