El funcionamiento de Nord Stream 2 queda supeditado a los acontecimientos en Ucrania, así lo dio a conocer Josep Borrell, representante de la Unión Europea (UE) para Política Exterior y de Seguridad y vicepresidente de la Comisión Europea.

Al respecto, indicó que, naturalmente, el funcionamiento de esta estructura dependerá de cómo cambie la situación en Ucrania y de las acciones de Rusia”

Estas declaraciones fueron dadas durante una reunión entre los ministros de defensa de los países miembros de la UE.

De igual modo, el funcionamiento del gasoducto también dependerá del estudio y decisión de los entes reguladores en la materia tanto de Alemania, así como de la UE, que ahora mismo se encuentran evaluando dar vía libre o no, en el marco del sistema de suministro de gas del bloque europeo.

En términos reales quien se opone al funcionamiento del Nord Stream 2 es EE.UU., que busca vender su propio gas licuado más allá de proteger a Europa de la influencia rusa, además otros países que se oponen es Polonia, Estonia, Letonia y Lituania, países exsoviéticos y aliados a ojos cerrados de Washington.

Estas reuniones de ministros europeos serán del 13 al 14 de enero de 2022 en la ciudad de Brest Francia, como respuesta después de que la propia Unión Europea quedara afuera de las negociaciones entre Washington y Moscú, paradójicamente sobre la seguridad de Europa.

La cuestión es que Rusia es acusada de que utilizará de manera geopolítica el gasoducto, dado a la gran dependencia de Europa de dicho derivado del petróleo necesario para las industrias de todo el continente, Europa tiene como otra opción el suministro del gas licuado por esquistos de EE.UU., pero que tiene un costo aún mayor que el que pudiera suministrar Rusia.

Sin pretender tomar partido por alguna de las partes, es cierto que Europa ha dejado que EE.UU. tome decisiones por ellos, perdiendo así independencia en su política exterior común, pero, por otro lado, también es cierto que poner todos los huevos en una misma canasta es de igual modo peligroso.

Por otro lado, la situación en Ucrania sigue siendo la escusa perfecta para ir contra Rusia por parte de EE.UU. y la OTAN, pero sin duda, Ucrania es un país soberano que tiene todo el derecho de defender la totalidad de su territorio, así como Rusia debe y tiene el deber de defender a sus ciudadanos, que viven en Ucrania y que mantienen una posición independentista contra Kiev.

El temor de Ucrania es que los territorios en disputa con los independentistas en Dombás, pueda suceder lo mismo con lo ocurrido con Crimea que mediante un referéndum pasó a ser parte de Rusia.

Para finalizar, se debe tener en cuenta que Ucrania era parte de los territorios de la Unión Soviética, y tras la disolución de esta, Ucrania como otras repúblicas se independizaron, según Rusia Crimea siempre perteneció a lo que hoy es Rusia y más del 90% de sus habitantes son de habla ruso y tenían para el momento de su adhesión tenían ciudadanía tanto ucraniana como rusa.