Gaza al borde del abismo: evacuación forzada y la sombra del genocidio

09 Septiembre, 2025
0El cielo de Gaza volvió a llenarse de papeles, no de promesas. Israel lanzó panfletos ordenando la evacuación inmediata de miles de civiles en Gaza City, advirtiendo de una inminente ofensiva militar a gran escala. Para los habitantes, no son simples advertencias, son sentencias de desarraigo, preludio de bombas y, en muchos casos, condenas de muerte. La ONU ya ha señalado que estas órdenes equivalen a desplazamientos forzados, un crimen prohibido por el derecho internacional humanitario.
El pánico se apoderó de la ciudad, familias enteras huyeron entre los escombros, llevando lo poco que podían cargar. No hay corredores seguros ni refugios humanitarios adecuados; la mayor parte de los hospitales está colapsada, con suministros al borde de la extinción. “Estamos siendo expulsados de nuestras casas como ganado”, dijo una madre citada por medios locales, antes de subir con sus tres hijos a una camioneta abarrotada.
Por su parte, organismos internacionales, incluida la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, han calificado estas prácticas como violaciones flagrantes del derecho internacional. En palabras de Volker Türk, Alto Comisionado de Naciones Unidas: “Los ataques indiscriminados contra zonas civiles y las órdenes de desplazamiento masivo constituyen crímenes de guerra”. Sin embargo, las declaraciones diplomáticas parecen chocar contra el muro de impunidad del gobierno de Benjamin Netanyahu.
Las críticas también llegan desde voces académicas y jurídicas. Richard Falk, ex relator especial de la ONU para Palestina, señaló en una entrevista reciente que Israel “ha transformado el asedio en Gaza en un experimento de limpieza étnica moderna, donde se testean los límites de la paciencia internacional y la indiferencia occidental”. La ironía es brutal, en pleno siglo XXI, se ejecuta un manual de guerra medieval con cobertura mediática global.
Mientras tanto, Estados Unidos y algunos aliados europeos se limitan a pedir “moderación”, mientras siguen autorizando paquetes millonarios de ayuda militar a Israel. Este doble rasero erosiona la credibilidad de Occidente y, de paso, alimenta la narrativa de un mundo donde los derechos humanos se aplican según conveniencia geopolítica. ¿De qué sirve la Carta de la ONU si se aplica como menú a la carta?
La ofensiva israelí contra Gaza ya ha cobrado miles de vidas, la mayoría mujeres y niños. Es por ello, que Organizaciones como Médicos Sin Fronteras y Amnistía Internacional documentan ataques a hospitales, escuelas y convoyes humanitarios. En cualquier otro escenario, estos hechos serían reconocidos sin matices como crímenes de guerra. Aquí, sin embargo, la narrativa oficial los maquilla bajo el eufemismo de “operaciones defensivas”.
El miedo en Gaza no es nuevo, pero sí cada vez más insoportable. Lo que antes eran toques de queda hoy son órdenes de evacuación masiva. Lo que antes eran casas destruidas, hoy son barrios enteros arrasados. Y lo que antes era silencio, hoy es grito desesperado del pueblo palestino que clama por justicia mientras la comunidad internacional observa, calcula y, en demasiados casos, calla descaradamente.
Gaza no es solo un campo de batalla, se ha convertido en el espejo más oscuro de nuestra época. Cada panfleto lanzado desde el cielo es prueba de un genocidio en cámara lenta, de un Estado que pisotea sistemáticamente el derecho internacional, y de una comunidad internacional que finge sorpresa mientras financia la tragedia. En este tablero, la ironía es dolorosa, se invoca la seguridad de Israel, pero se entierra la dignidad de Palestina.
Definitivamente, a la comunidad internacional le ha quedado muy grande este conflicto que ya ha pasado a un autentico genocidio, y la ONU como principal organismo internacional llamado a ser el garante de seguridad y de derecho a la vida para todos los habitantes del planeta, a quedado como una casa donde no se puede vivir, como una cama donde no puedes dormir, es por ello, que surge la pregunta ¿es necesario que la ONU siga existiendo? a la verdad no se que decir sin ella sería peor la cuestión pero el hecho que exista hoy es un hazmerreir y una ofensa a la humanidad como tal.
etiquetas: Geopolítica

Juan Carlos Briceño Autor
Objetividad
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